Testigo Traductor Vahan Zakarianz

Berlín, Wilnersorgf, 38 años, gregoriano, comerciante. No es pariente ni consanguíneo del acusado. Jura.

PRESIDENTE – Usted es miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Armenio Alemana y conoció al acusado cuando se presentó en el consulado armenio de Berlín.


TESTIGO – No, en el consulado persa. Al comienzo de la guerra yo era funcionario del consulado persa; un día, mientras conversaba en el consulado con el encargado de negocios, se me acercó el secretario diciendo que había llegado un señor que solicitaba visación y pidiéndome si podía averiguar cuál era su problemaooooooooooo. Al revisar el pasaporte vi que se trataba de un armenio. Dijo que quería visar el pasaporte para obtener la residencia en Alemania. Le dije que era imprescindible recurrir a la policía. De inmediato el secretario lo puso en comunicación telefónica con la policía.

PRESIDENTE - ¿Usted también lo ayudó?

TESTIGO – No.

PRESIDENTE - ¿Habló con él en otra oportunidad?

TESTIGO – Sí, me había tomado la dirección.

PRESIDENTE - ¿El acusado vivía en la calle Augsburger?

TESTIGO – Como jamás lo visité no conocía su domicilio. Decía estar enfermo y necesitar de los servicios de un psicólogo. Había consultado a un médico pero necesitaba a un especialista.

PRESIDENTE – Usted lo acompañó a ver al profesor Kassirer. ¿Cuándo?

TESTIGO – No lo sé exactamente. Supongo que el profesor Kassirer conoce la fecha.

PRESIDENTE - ¿Qué diagnosticó el profesor Kassirer?

TESTIGO – Que Tehlirian tenía alucinaciones pero que al respecto no tenía nada que decirle.

PRESIDENTE - ¿Estuvo presente en la revisación?

TESTIGO – Sí.

PRESIDENTE - ¿Estuvo también presente en las revisaciones posteriores?

TESTIGO – Estuve presente dos veces.

PRESIDENTE - ¿El acusado le contó también a usted que una vez sufrió un desvanecimiento en plena calle?

TESTIGO – Sí.

PRESIDENTE – Cuéntenos lo que le dijo.

TESTIGO – Me dijo que en la calle Jerusalemer, al volver del banco, había sufrido un desvanecimiento y lo habían ayudado y luego traído a casa en subterráneo.

PRESIDENTE - ¿Le explicó detalladamente su estado?

TESTIGO – No me puedo acordar.

PRESIDENTE - ¿Le contó también de sus relaciones familiares?

TESTIGO – No, pero yo estuve presente cuando le decía al profesor Kassirer que tuvo el primer desvanecimiento al ver su casa paterna destruida.

PRESIDENTE – Naturalmente hablaron al respecto.

TESTIGO –No hablo específicamente de las masacres con quienes, como él, la han sufrido. Generalmente trato de evitar las emociones violentas a la gente.

PRESIDENTE - ¿No ha hablado usted con el acusado de las matanzas?

TESTIGO – No, porque sabía que había sufrido muchísimo por las matanzas, no quería recordarle su dolor.

PRESIDENTE - ¿De dónde sabía todo eso?

TESTIGO – Le dijo al profesor Kassirer que en una oportunidad sufrió una crisis semejante.

PRESIDENTE – Mientras vivía en la calle Augsburger, ¿cultivó relaciones amistosas con el acusado?

TESTIGO – No.

PRESIDENTE - ¿Conocía a los señores Eftian y Terzibashian?

TESTIGO – A Terzibashian lo conozco desde hace muchos años.

PRESIDENTE – Entonces usted colaboró dos veces con el acusado cuando sus visitas al profesor Kassirer. ¿Vio usted personalmente el desvanecimiento del acusado?

TESTIGO – No.

PRESIDENTE - ¿No puede decirnos nada al respecto?

TESTIGO – No.

PRESIDENTE - ¿Sabía que Taleat Pashá vivía aquí, en Berlín?

TESTIGO – No, no lo sabía, pero los diarios anunciaban que residía en Alemania.

PRESIDENTE - ¿Qué periódicos lo publicaban?

TESTIGO – Ya no me acuerdo. Leo periódicos armenios, alemanes, franceses, rusos y persas; por estos diarios me enteré que Taleat vivía en Alemania.

PRESIDENTE – Cuando un miembro de la colectividad armenia se encuentra con Taleat Pashá o algún otro turco, ¿no es acaso ese encuentro un acontecimiento lo suficientemente importante como para que esa noticia se difunda por toda la comunidad? ¿No le contó el acusado haber visto a Taleat?

TESTIGO – No.

PRESIDENTE - ¿Notó usted personalmente algo en el estado de salud del acusado?

TESTIGO – He tenido pocas oportunidades de estar con él. Lo he visto muchas veces distraído y mirando el piso.

PRESIDENTE - ¿Ha tenido usted otra vinculación con él?

TESTIGO – Alguna que otra vez hemos intercambiado unas palabras.

PRESIDENTE - ¿Ha organizado usted con el acusado reuniones sociales, paseos, etc?

TESTIGO – No.

(No se formulan otras preguntas al testigo.)


PRESIDENTE – (Dirigiéndose al segundo intérprete, Señor Kalusdian) Le ruego comunique al acusado que el testigo declaró haberlo conocido en el consulado persa y haberlo ayudado para obtener la residencia en Berlín y que lo ha acompañado dos veces al consultorio del Prof. Kassirer. Declaró también que no habló con el acusado de los pormenores de la masacre en la cual fueron asesinados sus padres (Se da cumplimiento).

ACUSADO – En aquel momento en el consultorio del Prof. Kassirer relaté que me caí al ver destruido mi hogar y que desde entonces padezco estos síntomas patológicos.

PRESIDENTE – Declaró también el testigo que él, personalmente, no ha visto nunca tales crisis.