Testigo Levón Eftian

Berlín, 21 años, católico. Jura.

PRESIDENTE - ¿Cuándo llegó a Berlín procedente de París?

TESTIGO – En febrero de 1920.

PRESIDENTE - ¿Vive desde entonces con sus parientes?

TESTIGO – En casa de mi cuñado Terzibashian, en la calle Oranien N º 75.

PRESIDENTE - ¿Allí tiene él su negocio de cigarrería?

TESTIGO – Sí.

PRESIDENTE – Su mujer, es decir la hermana de usted, ¿vive también allí?

TESTIGO – Sí.

PRESIDENTE - ¿Su hermana es también oriunda de Yerzingá?

TESTIGO – No, de Garín.

PRESIDENTE - ¿Es cierto que en Berlín ha cultivado asiduas relaciones con el acusado?

TESTIGO – Sí.

PRESIDENTE - ¿Ha tomado clases de baile del Profesor Friedrich junto con él?

TESTIGO – Sí.

PRESIDENTE - ¿Lo ha visitado en su casa de la calle Augsburger?

TESTIGO – Dos o tres veces.

PRESIDENTE - ¿Visitaba el acusado a sus parientes de la calle Oranien?

TESTIGO – Nos visitaba por lo menos una vez por semana.

PRESIDENTE - ¿Conversaba allí con sus parientes?

TESTIGO – Sí.

PRESIDENTE - ¿Le ha notado crisis o enfermedades?

TESTIGO – Él contaba que padecía de una dolencia nerviosa, siempre estaba triste.

PRESIDENTE - ¿De qué se quejaba? ¿Se le notaba la enfermedad en el rostro? ¿Era triste y melancólico?

TESTIGO – Estaba triste.

PRESIDENTE - ¿Nunca estuvo alegre en las clases de baile?

TESTIGO – Principalmente por ese motivo lo llevamos allí y, además, para aprender alemán.

PRESIDENTE - ¿Por qué estaba triste? ¿A causa de su temperamento?

TESTIGO – Sí.

PRESIDENTE - ¿Hablaba de las matanzas, de los tristes recuerdos del pasado, de la pérdida de sus padres y hermanos?

TESTIGO – Mi hermana tocaba frecuentemente el tema pero él lo eludía.

PRESIDENTE - ¿Cuándo llegó su hermana?

TESTIGO – Hace un año.

PRESIDENTE - ¿Ha perdido muchos parientes en las matanzas?

TESTIGO – También mis padres fueron masacrados. Yo llegué a Constantinopla en 1912 y estudié durante tres años hasta 1915. Estalló la guerra y no pude volver a casa. Nos enteramos de que las deportaciones habían comenzado. Luego supe que en las matanzas habían caído mis padres y parientes, habiéndose salvado únicamente dos hermanos y una hermana.


PRESIDENTE - ¿En cuál de las matanzas fueron asesinados sus padres?

TESTIGO – En las matanzas de Garín.

PRESIDENTE - ¿Cuándo ocurrieron?

TESTIGO – En 1915 o 1916, no conozco la fecha exacta.

PRESIDENTE - ¿Se enteró usted de las matanzas por boca de sus hermanos y hermana?

TESTIGO – Mi hermana las conoce bien, ella estaba en Garín.

PRESIDENTE - ¿No sabe nada referente a la enfermedad y alucinación del acusado?

TESTIGO – He oído algo pero no lo he presenciado, también he sabido de su melancolía.

PRESIDENTE – Aparte del desvanecimiento durante la clase de baile, ¿lo vio en crisis alguna vez?

TESTIGO – No.

PRESIDENTE - ¿Contaba el acusado que padecía frecuentemente tales desvanecimientos?

TESTIGO – Sí, decía sentirse débil; le he oído contar detalles de sus caídas y desvanecimientos.

PRESIDENTE - ¿Sabía usted que quería dejar la casa de la Sra. Stilbaum?

TESTIGO – No.

PRESIDENTE - ¿No le extrañó ese cambio repentino? Vivía con su compatriota Apelian.

TESTIGO – Decía que quería irse porque allí no había luz eléctrica.

PRESIDENTE - ¿Se acuerda cuándo le dijo eso?

TESTIGO – Poco antes de mudarse.

PRESIDENTE – Después de eso ¿se mudó de inmediato?

TESTIGO – Un mes después.

PRESIDENTE – A principios de marzo se trasladó a la calle Harttenberg. ¿Cuándo le habló al respecto?

TESTIGO – A principios de febrero.

PRESIDENTE - ¿Le dijo que quería trasladarse?

TESTIGO – Dijo que quería mudarse.

PRESIDENTE - ¿Sabe algo con respecto al hecho?

TESTIGO – No.

PRESIDENTE - ¿Sabía usted que Taleat estaba en Berlín?

TESTIGO – Ni se me había cruzado por la mente.

PRESIDENTE – Podía haberse enterado por los rumores circulantes.

TESTIGO – Así se decía en Constantinopla.

PRESIDENTE – Usted llegó a Berlín desde París a fines de enero de 1920. ¿Se quedó siempre en Berlín desde entonces?

TESTIGO – Ya en el armisticio de 1918 se decía que Taleat Pashá se encontraba en Berlín, pero no había seguridad.

PRESIDENTE – (Al traductor). Diga al acusado que el testigo afirmó que él no ha visto sus caídas, que lo visitaba cada semana y que habitualmente no se hablaba de las matanzas (Se traduce).

DEFENSOR VON GORDON – (Al testigo) ¿En su círculo se consideraba a Taleat Pashá el único responsable de las tragedias armenias? No puedo comprender cómo es posible que existiendo la sospecha ninguno de los armenios se haya esmerado en comprobar si el responsable de las matanzas armenias, Taleat, se hallaba en Berlín. ¿Nadie se interesaba? Eso debería interesarles poderosamente. Últimamente circulaba el rumor de que Taleat Pashá se encontraba en Berlín. ¿Usted sólo lo oyó decir estando en Constantinopla?

TESTIGO – Yo no sabía que Taleat estaba en Berlín.

ACUSADO – Yo tampoco lo sabía.

PRESIDENTE – Pero Usted, acusado, ya se había cruzado con Taleat. ¿Por qué, luego de ese encuentro, no comunicó a sus compatriotas ese hecho importante?

ACUSADO – Temía que se rieran de mí.

PRESIDENTE - ¿Cómo? ¿No es cierto que a Taleat se lo consideraba el responsable de las matanzas? ¿Por qué no se lo dijo a Terzibashian que siempre hablaba de Taleat?

ACUSADO – No le hablé de él.

PRESIDENTE - ¿Por qué guardó el secreto?

ACUSADO – No me interesaba.

PRESIDENTE – Pero a nosotros sí nos interesa.

ACUSADO – Si hablaba de él me harían muchas preguntas.

PRESIDENTE - ¿No quería entonces que sus compatriotas lo molestasen y pusiesen en aprietos con preguntas?

ACUSADO – Estaba en un estado tal que no quería que se hablara de eso.